Una de las mayores tendencias a nivel mundial en los últimos años en hospedaje y turismo ha sido el glamping, un concepto que se remonta al siglo XIX y que combina la experiencia de acampar en medio de la naturaleza y el glamour de los mejores hoteles. Este tipo de alojamiento permite vivir una experiencia alternativa en cualquier zona geográfica, desde campos, bosques y montañas hasta desiertos y playas; lo importante aquí es que el viajero tenga contacto con la naturaleza.
Glamping Costa Azul es la materialización del sueño que algún día el abuelito de Jennifer tuvo para la región de Aquitania, Boyacá. Poder apreciar y disfrutar del cuerpo de agua más grande de Colombia y sus maravillosos paisajes de una forma responsable y sostenible se ha convertido en la misión de Jennifer y su familia.
Atendiendo la invitación que algún día me hizo en un diplomado que tomamos juntas y con ganas de vivir la experiencia del glamping, me dirigí hacia Glamping Costa Azul. La hospitalidad de las personas que trabajan allí es asombrosa y enamora al visitante desde su llegada; una vez me explicaron sobre el lugar me dirigí hacia mi glamping, una cabaña tipo chalet con un balcón que permite apreciar la majestuosa vista al lago de Tota.
Sin duda alguna se puede observar el glamour en todo el glamping, sin embargo una de las cosas que más me gustaron es que la mayoría de los productos son de marcas regionales y su oferta gastronómica le es fiel a los platos típicos de la región; ¡gran iniciativa para todas aquellas personas que apoyamos los emprendimientos locales!
Aunque mi objetivo del viaje era encontrar un lugar ameno para poder escribir (y así fue) me encontré con la sorpresa de la variedad de actividades que allí se pueden hacer: caminatas, cabalgatas, avisturismo, yoga, meditación, masajes y recorridos en lancha hacia la Isla de San Pedro son tan solo el abrebocas para vivir a fondo esta gran experiencia. Sin embargo de todas las actividades, la que ha llamado mi atención ha sido la campaña “Deja tu huella” en donde el visitante siembra un árbol y recibe de manera didáctica el mensaje de la importancia sobre la preservación y cuidado del medio ambiente.
En una región cuya principal economía es el cultivo de cebolla, el reto de consolidar un turismo responsable y sostenible a mi parecer es grande (pero no imposible), el hacer parte a la comunidad en las distintas iniciativas que Glamping Costa Azul tiene, la oferta de productos locales, la promoción de los valores culturales, patrimoniales y ecológicos son ese primer gran paso que se debe dar para lograr esa gran misión.
¿Recomiendo vivir la experiencia del Glamping? Por supuesto, es un ítem de la Bucketlist que sin duda se debe agrega, y que mejor que hacerlo en uno de los más hermosos paisajes de Boyacá y Colombia.
